Fuego es el ejemplo típico de lo que puede ocurrir cuando se aplica la censura en forma indiscriminada. Es probable que hace dos años el film hubiera pasado inadvertido, pero las autoridades, al prohibirlo en reiteradas oportunidades, crearon una expectativa desorbitada El paternalismo censor pensó que la película "era lesiva para la moral del pueblo" cuando, en realidad, ante su exhibición, considerada tan peligrosa, sólo se escucharon algunas risas en la sala. Esa actitud molestó a Bó: "No entiendo esas risas: mi película habla de un drama real, serio. Mi propósito es demostrar que el amor nunca muere".