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Museo de Mallorca.

El Museo de Mallorca se encuentra situado en un edificio de estilo gótico del siglo XVI, reformado por el primer conde de Ayamans en 1634 sobre las ruinas de un conjunto de edificios de época gótica sobre los restos de otras edificaciones islámicas datadas, hacia el siglo XII. Originariamente, fue la casa de la familia Togores y Villalonga. En la fachada principal aparece un escudo del VII conde de Ayamans. El edificio recibe el nombre de Palacio de Ayamans pero popularmente se conoce como Ca la Gran Cristiana debido a su antigua propietaria, doña Catalina Zaforteza i de Togores, figura eminente del carlismo mallorquín y mujer de gran reputación como creyente y seguidora de la fe cristiana. La propietaria residió en la casa durante el siglo XIX. En 1929 volvió a ser reformada, anexionando construcciones anejas. El edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Palma en 1968 y cedido al Estado para ubicar en él, el Museo de Mallorca. «Museo de Mallorca».

Tras una serie de reformas para adaptar la Casa Palacio a museo, abrió por primera vez al público en 1976 .La fachada principal del edificio, con alero, portada monumental, blasones y galería superior, reúne las características tradicionales de las construcciones nobles de la ciudad de Palma. Cuenta la tradición que el caballero Coch, mató un dragón delante del portal para ofrecérselo a su enamorada, hija de la familia residente en la Palacio de Ayamans. Actualmente el dragón se encuentra en el Museo Diocesano. Estructuralmente, es una construcción palaciega con sótano, planta baja y dos pisos, organizada en torno a un patio central y una antigua huerta o jardín, hoy también transformado en patio.

El edificio de Ca la Gran Cristiana, ha sido reformado enteramente por el famoso arquitecto Pere Rebassa, autor del proyecto de restauración de La lonja de Palma de Mallorca. El conjunto de las obras de arte así como las colecciones del museo fueron trasladadas temporalmente al Centro de Cultura de “Sa Nostra”.El proyecto tuvo como principal objetivo que la nueva sede tuviera unas instalaciones funcionales, tecnológicamente más modernas y adecuadas a la exhibición de su colección y como centro museístico, propio del siglo XXI.

La intervención llevada a cabo ha permitido incrementar la amplitud de los espacios, aumentar la luminosidad y dotar de mayor accesibilidad al recinto a partir de la construcción de rampas en algunas salas. Otra de las características de modernización y actualización ha consistido en intentar reordenar el espacio, excesivamente compartimentado de las salas de exposición, ganando espacios diáfanos a lo que era recovecos y estancias de reducido tamaño.

Por otra parte, el proyecto de remodelación ha contado con la valiosa recuperación de algunos elementos de origen y factura gótica, integrándolos en el espacio, como es el aljibe, cuya función se ha convertido en sistema antiincendios, la rehabilitación de una ventana gótica o la numerosa apertura de ventanas que ha sacado de la oscuridad al antiguo edificio, dotándolo de mayor entrada de luz a través de sus ventanas. Algunas de sus cristaleras miran al gran patio interior de enorme belleza arquitectónica. Su directora, Joana Maria Palou, afirma que el casal se ha convertido, tras su restauración, en una espacio más adecuado para conjugar la arquitectura del edificio con el discurso expositivo que sustenta y define la misión del museo.

En una de las últimas estancias, se encuentra la sección de Arqueología, dedicada al momento de la Conquista y, como espacios innnovadores del museo, se ha instalado una cafetería, la boutique y una sala de servicio didáctico, cuyo objetivo reside en organizar talleres para niños, estudiantes o actividades dirigidas a un público diverso. El museo también contará con una sala de actos, situada en el ala izquierda del edificio de Ca la Gran Cristiana.

Tras la remodelación llevada a cabo, el control de la humedad y la climatización serán posibles en cada una de las salas que alberga el museo. Uno de los mayores problemas con los que contaba el museo era la nivelación del suelo de ambas casas góticas que configuran el edificio en su totalidad. Las salas de exposición temporal, la biblioteca, algunos almacenes, los despachos del personal facultativo del museo así como el laboratorio, se han beneficiado notablemente de la rehabilitación. Por último, la intervención era también necesaria en la cubierta y en la fachada principal, con nuevos materiales de revestimiento en el exterior del inmueble.

Uno de los mayores retos pendientes en el Museo de Mallorca, es la intención de musealizar una excavación que se halla dentro del museo y que se encuentra en el propio recorrido arqueológico aportando sin duda, mayor conocimiento acerca las edificaciones islámicas de esa zona del casco antiguo de Palma.

La reapertura del museo se llevará a cabo hacia el último trimestre del año, puesto que se debe ejecutar el plan museológico de la sección de Bellas Artes, donde el Ministerio de Cultura está a punto de sacar a concurso el proyecto museográfico para esta sección. «Diario de Mallorca».

Vallés, M.Elena «El Museo de Mallorca se abre a la ciudad». Diario de Mallorca,  2014.